Una carta enviada al Correo Ilustrado de La Jornada
La lucha contra el narco, una farsa
No sé si reír o llorar cada vez que leo sobre la supuesta lucha contra el narcotráfico. Detienen a un capo y al otro día hay otro nuevo. Decomisan unos kilitos, pero todo sigue igual. Gastamos miles de millones en su "combate", y el narcotráfico crece a tasas que ya las quisiéramos en el país. Corrompe todo lo que toca y a todos quienes dizque lo "combaten". Es una farsa costosísima e inútil, en la cual, la verdad, nadie quiere verdaderamente combatirla. Hay demasiado dinero e intereses en los más altos niveles.
Políticos importantes, empresarios picudos y bancos trasnacionales son los verdaderos capos de capos, los verdaderos beneficiados del narcotráfico, y quienes montan vistosos y costosísimos operativos con dinero del pueblo para hacer como que combaten lo que realmente no quieren combatir. Sólo cuando este tremendo flagelo de nuestra época, la drogadicción, sea visto como problema de salud y tremendo síntoma de una sociedad perdida y sin valores, que requiere urgente atención médica y, sobre todo, atención humana, se podrá combatir en serio.
La drogadicción no es delincuencia, es enfermedad y síntoma de una sociedad que ha perdido el verdadero sentido humano. Prohibir y "combatir" nunca ha solucionado problemas. La historia lo demuestra: nunca se consumió más alcohol, malo y caro, que durante la llamada época de la prohibición.
Lo único que se logró fue el nacimiento de las grandes mafias. Unicamente reconociendo el problema y atendiéndolo adecuadamente, desde su raíz y gastando (allí sí) los millones que sean necesarios, se podrá solucionar, no con prohibiciones y farsas de operativos para aparentar que se hace lo que no se hace y no se quiere hacer.
Carlos Noriega Félix